La mejor almohada que jamás encontré, …es tu pecho. Allí donde mi cabeza reposa llena de sueños, llena de deseos, llena de ti. Donde mis dedos se enredan y juegan en la inmensidad de un jardín plantado especialmente para mí. Tu pecho, aquel que se une junto al mío en los momentos que, tu y yo, navegamos anclados al ritmo de la pasión y el desenfreno, del éxtasis; de la locura que nos embarga cuando tú y yo damos rienda suelta a nuestros sentimientos. Allí donde mis labios dejan huella a cada paso, con cada uno de mis besos, buscando lugares para saciar mi sed… ¡sed a ti! Donde mis manos escriben el guión perfecto cada vez que hacemos el amor. …Y huelo a ti, y siento el palpitar de tu corazón en tu pecho, y… ¡muero de deseos! Abrázame, ¡lo necesito tanto! Quiero sentir ese abrazo junto a ti, junto a tu pecho. ¿Te he dicho lo que me gusta tu pecho? Y… ¿te he dicho lo que me gustas tú?