Me abracé al recuerdo. Me abracé al recuerdo de tus palabras, de tus labios al pronunciarlas, de aquella mirada intensa que me enamora. Me abracé, sí. Allí donde no existen las distancias, donde cada día amanece y donde cada día el sol sale. Y donde la luna, dama blanca por excelencia, es escenario de noches capaces de mostrar las escenas más prodigiosas que jamás se puedan soñar. Me abracé entre los pliegues de tu sonrisa al besarme, entre los brazos que cogidos estrechaban mi cintura, entre las caricias que se perdían en la humedad de un recóndito paraíso. Me abracé a tu cuerpo, a tu piel; con las ganas y con el deseo de no soltarte. Y abrazada a ti me abracé al gemido, al eterno y risueño gemido; y atrapé su último suspiro en mi garganta, como un halo de éxtasis para el recuerdo. Me abracé, sí, me abracé a ti, entre el recuerdo de un abrazo, y con una sonrisa en mis labios. Por siempre, tú, entre mis recuerdos. (20 Julio 2011)
Leer con el sabor de tus letras, es sumergirse en un bonito sueño... PRECIOSO DISEÑO DE LA PÁGINA
ResponEliminaMil y un besos.
Soñar... nunca dejemos de hacerlo.
ResponEliminaA mi me gusta cómo ha quedado el perfil; es mi esencia...
Gracias Jesús.
Mil y dos besos...