Sonríe conmigo...
Del triste vacío aprendí a
volar, reposando las lunas anidadas en mis brazos. Y aprendí que todo silencio
grita más que la palabra pronunciada. Que aquello que más queremos nos espera a
la vuelta de la esquina… aquello que llaman vida. Y aprendí también que no hay
soledad que uno no busque. Decidí abrir los ojos al aliento de aquellas
personas que a mi alrededor habían… tú y tú y, tú también. Cambié la tristeza
por una sonrisa. Aunque fuera solo por un instante, solo por eso ya valía la
pena. Sonreí… ¿sonríes tú también conmigo?
Pensamientos
de una tarde cualquiera... y sin guión previo.
(9
de Agosto de 2012)
Hola Essència, yo también quiero sonreir contigo, que escrito tan bonito, felicidades por tu blog, me gusta mucho y gracias por ponerme en tu lista de blogs, un abrazito!!
ResponEliminaE.Egea desde Corazonescerebro (la antigua Burbuja Feliz)
Gracias a ti! :)
ResponEliminaAbrazito!