Naturaleza viva, nature vive…
Nada quiero callar y, sin embargo, me refugio
siempre en mi interior, celosa de todo aquello que pretenda ‘destruirme’. No
soy amiga del rencor, pero sí enemiga de todos aquellos que no entienden que las
personas tenemos nuestros sentimientos y no somos objetos de sus pretensiones.
Me duele tanto que me utilicen como el hecho de que utilicen a las personas que
yo más quiero. Me puede todo y no me puede nada. Me siento fácil y a la vez
inaccesible. Me siento fuerte y a la vez me siento débil. Me siento pequeña pero sé
que soy una gota más en este mar que nos envuelve. Soy una eterna enamorada,
apasionada de todo aquello que logre cautivarme y, no es fácil que así sea.
Me apasionan, entre otros, las ‘citas’;
esas frases que con poco logran decirte todo. Al igual como en un texto o libro
nos topamos con aquella palabra que tanto necesitamos oír en un determinado
momento.
Hace algunos años que guardo una de esas
citas como un pequeño tesoro…
“Nunca
he sentido tanta impotencia de ser río. Quisiera levantarme, salirme de mi
cauce y abrazarte.” (Eduardo Felipe Nuñez)
…y eso quisiera yo en la vida. Y no me
refiero exclusivamente al amor, me refiero a todo. El impuso nos abraza en momentos
puntuales; ese deseo irrefrenable que no tiene espera.
Siento pasión por todo aquello que me
apasiona. Siento el deseo de no querer parar cuando me hayo inmersa en ‘ello’.
Siento también pasión por todas aquellas personas que les apasiona algo en esta
vida. Y entonces su mundo se convierte también en mi mundo.
Hace unos días me topé con unas cartas
que hicieron que me emocionara. Y es que también siento pasión absoluta por todo
aquello que rodea a la figura del gran genio Dalí. Y hace años ya de ello.
Hoy tengo la suerte de sostener entre
mis manos un pequeño tesoro; un libro. Un libro que hace referencia a dichas
cartas; y nada tiene que ver propiamente con Dalí, pero que a él también le
incluye.
“Cartas a Gala 1924-1948” es una
recopilación de cartas y poemas que Paul Eluard, primer marido de Gala, y poeta
francés, le escribió a ella. Es una auténtica maravilla, una fuente de inspiración
absoluta.
No cabe duda de que Dalí fue un gran
genio, y de que Gala tuvo mucho que ver con ello. Aunque Dalí cuando nació, ya
nació genio y por su parte la vida se encargó de poner en su camino a su ‘bella’
musa. Dalí era un genio convencido:
“Seré un genio, y el mundo me admirará. Quizá
seré despreciado e incomprendido, pero seré un genio, un gran genio, porque
estoy seguro de ello.”
Me hubiera gustado vivir en la época del
surrealismo. Me hubiera encantado pasear por las calles de Cadaqués y toparme con
ellos dos juntos. Me hubiera gustado conocer a Dalí, y también me hubiera
gustado, tanto o más, conocer a Gala. Sigo pensando que es una gran
desconocida, que poco tiene que ver lo que se dice de ella con lo que realmente
fue. Gala era mucha Gala. Y al igual que creo que Gala tuvo que ver, en parte,
con los éxitos del pintor, también creo que Paul Eluard tuvo mucho que ver en la vida de Gala.
Me deshago en halagos ante los escritos de Paul Eluard. Y repito, son una auténtica maravilla. Siento pasión por sus cartas, por la forma que tuvo al escribirlas, por todo su contenido, por la manera en que se expresó y por conseguir emocionarme y que mi cuerpo se estremezca. El hecho de hojear el libro ha sido suficiente para que yo plasme en estos momentos “Naturaleza viva, nature vive…” Y nada tiene que ver con Paul, Gala o Dalí.
En su día lo dije: “Hablaré. Hablaré de
mí, de ti, de él si hace falta. Hablaré de todos y no hablaré de nadie. Hablaré
del tiempo, de la vida, de lo que me sucede. Me refugiaré en mis pensamientos,
y dejaré que la pluma se deslice suavemente sobre una hoja en blanco…”
Y es que cuando yo me expreso soy como
un libro abierto…
Naturaleza
viva, nature vive…
Ma
petite,
mi pequeña amada
mía.
A ti te escribo
y,
a ti te sostengo
(siempre)
entre mis
pensamientos;
entre el paisaje
puro que ven mis ojos (tú) y,
cual ramas de
árbol se mecen con el viento.
Te (ad)miro
tanto.
Je
t'admire constamment depuis le ciel bleu
jusqu'à
tes yeux.
El troco, tu
cuerpo,
madera noble.
Las hojas, tus
manos,
perennes de
azúcar y sal;
mujer de
contrastes.
La
femme que tous ils voulussent.
Echas raíces en
esta tierra madre que te abraza,
(la vida, ma vie)
y tanto tu amas
y,
tanto yo te amo
y abrazo;
naturaleza
simple.
Nature
blanche,
nature
pure et nette.
Te ando buscando
desde la nada,
y contigo,
contigo lo tengo
todo;
tout.
Eres la savia
que me alimenta,
ma
petite belle.
Si tienes sed
bebe de mí,
yo haré lo
mismo.
De tus pechos,
pequeños montes,
haré el cobijo
de mis labios;
saciando mi
antojo.
Y del ombligo, semilla
joven,
germinará el
deseo
haciendo viejos
nuestros perjuicios.
Y seguiré el
camino.
Naturaleza viva,
…je
t’aime!
(Naturaleza
viva, nature vive, 2013)
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