Deberle la vida a la muerte...

Deberle la vida a la muerte no es una ironía… Deberle la vida a la muerte Deberle la vida a la muerte en esta primavera prestada del año, en un calendario que no entiende de lunes, en un domingo cualquiera de mayo. Deberle todos los segundos vividos, y quizá algo más, quizá sean todos esos cafés que quedan pendientes, quizá agua de lluvia aún por caer. Deberle mis días, mis lunas, mis noches de soledad, deberle todos y cada uno de mis sueños e irme igual que cuando yo nací… (desnuda de piel). Deberle silencios, gritos ahogados, el eco parlante de una voz que en su día la vida se atrevió a ceder. Deberle cada una de las palabras no escritas de aquel poema aún por parir. Deberle todos los versos que mis labios retienen en un último suspiro por sobrevivir, (hasta el último aliento final). Quimeras dormidas que algún día la muerte vendrá a exigir. Las manos no le deben nada a los bolsillos, y yo le debo aún la ...